Esperando tu llamada
Me volví amigo inseparable del celular, amigo frecuente del teléfono que está junto al sofá, no podía dormir, ni podía soñar, pensaba solo en ti, planeando qué decirte cuando el teléfono sonara, creaba diálogos para estar preparado a lo que me comentaras.
Aproveché y armé un rompecabezas de diez mil piezas, leí cinco libros, dos ensayos, tres poemas, cuatro tesis de grado, deambulé buscando el sol antes de amanecer, le hice una forma muy singular al cojín del sofá, que junto al teléfono de la sala aún está.
Inventé varias recetas con el mango, pimienta y sal, vi la serie de televisión más aclamada por la gente de mi ciudad, aprendí hablar inglés, francés, italiano, limpié muchas veces la sala, la habitación, la cocina, el baño; y el teléfono aún sin sonar.
Cuando de repente, en un momento, noté en el espejo que mi cabello su color había cambiado, ya no era negro sino blanco, y me di cuenta que el tiempo había pasado, sin embargo mi espíritu se siente joven aún, esperando tu llamada ¿Será que se te ha olvidado?