Es lo único seguro que tengo ahora
No quisiera pensar que lo único que sea válido en este mundo sea el dinero como base fundamental de un trato social, familiar, amistoso, laboral. No quisiera pensar que solo el valor de una identidad signifique más que el valor humano y compasivo. No quisiera pensar que solo lo que está visible, esa coraza invisible de nuestra persona, nuestro ser y nuestros sentimientos sea la portada de un recurso humano para el trabajo y la producción.
Me siento sin identidad, sin familia, sin amigos, sin hogar, sin sentimientos, sin portada, sin persona. Me siento invadido por un sentimiento que nunca había pasado por mí. Y digo pasado porque entiendo que lo que está transcurriendo en estos momentos es pasajero y algo me enseñará, algo me dejará. Pero no quiero que me deje enfermo, no quiero que me deje ajeno a la realidad.
No puedo explicar tanta confusión, no sé cómo describir la sensación de estar sobre una montaña rusa, una montaña rusa de emociones. Caminar por caminos desconocidos, caminos que queremos lleguen a un buen destino, a un buen lugar, a un lugar donde los sueños se hagan realidad, es caminar ante muchas adversidades, ante diferentes paisajes buenos, bonitos, agradables pero otros tantos no tan compasivos.
Desplegar unas cuantas letras conformando palabras, palabras conformando frases, frases conformando ideas, ideas conformando un drenaje de tensión es lo único que tengo ahora. Desnudar mi realidad de manera parafraseada intentando sanar tantas heridas, intentando soltar, intentando liberarme de una cárcel de miedos, dudas, incertidumbres que hasta la fecha no se descifran. Es lo único seguro que tengo ahora buscando un bienestar.