Posiblemente
Posiblemente en esta noche como todas las noches, vaya a mi casa, llegue, coma algo de cenar y me siente en la PC a escribir y pensar o pensar y escribir. O posiblemente llegue y no tenga ánimos de nada, me bañe y me acueste a dormir; posiblemente vaya al cuarto de mi mamá y vea un poco de televisión o simplemente me acueste en el piso de mi cuarto y vea televisión.
Posiblemente llegue y piense en cosas que hasta esta noche me han pasado durante todo en el día. Posiblemente vea el mensaje de alguien en Internet, posiblemente chatee un poco más con la gente que no sé si son originales o disfrazan su personalidad detrás de esta fibra óptica que conduce la comunicación de nuestros sentimientos.
Es posible que piense también en crear una historia de dos personas o de multitudes; posiblemente escriba a alguien que hace mucho tiempo no le he escrito nada. Es posible que salga a mi patio y observe la luna como nos observa desde el alto cielo, posiblemente me ría de algo vergonzoso que me sucedió y en ese momento solo me dio furia.
Es posible que mi luz, la luz del espíritu esté triste por muchas cosas que han hecho daño a otras personas, posiblemente me desahogue escribiendo posiblemente.
Y parece que cada día, cada minuto, cada segundo de la vida que llevamos en este planeta se transforma en una membrana o rendija más en nuestro cerebro, este que un día se llenará de tantas que no tendrá lugar para una más y dejará de percibir esos acontecimientos, dejará de ver la vida tan rápida como la vivió y sentirá que todos van más rápidos pero ese cerebro no, porque posiblemente ese momento de lentitud sea cuando la vida ha caído por completo a su estado natural y sea el momento de partir de esta vida material, sea el momento de ver otra luz que se ha de encender en otra dimensión que posiblemente exista o no.