Ahora
Ahora que estamos más cerca, ahora que vivimos comunicados que sabemos lo que pasa a nuestro lado, ahora que podemos afianzar nuestras alianzas gracias al desarrollo de las tecnologías, la ciencia, el conocimiento y los descubrimientos del tabú, ahora que todo eso y muchas cosas más han sucedido, seguimos descontentos y limitados en pensar por un presente mucho mejor.
Y es que pareciera que mientras más sabemos de una nueva etnia indígena descubierta en Brasil o que un pingüino se perdió del Antártida, o nos enteramos que un huracán destrozó una población en Haití y Nueva York, ahora que los medios nos informan, nos confunden, nos crean dudas, nos dicen la verdad, o comercializan el mensaje, ahora que todo esto y muchas cosas más, parecemos distantes.
Distantes en el origen del ser humano, distantes en ser cada día más hermanos, porque cuando se cayó ese avión en Chile lo lamentamos, pero otros tantos inculparon a otros tantos, ¿para cuándo vamos a integrarnos?, ¿cuándo dejaremos de pensar en la inflación?, España quebrada, Grecia endeudada, Venezuela dividida, Libia golpeada, China contaminada, Japón respirando un nuevo alivio, así sucede, ahora que estamos más cerca es muy poco o no hacemos nada.
Entre el debate de la razón, la locura, la pasión, la conciencia, la tentación, y otros sentimientos que nos hacen reflexionar el sentido de las cosas, siempre aparece alguien que lo menciona, pero a su vez lo callan sin pedirle explicación, porque se fomenta la mala información de que posiblemente puede ser otra religión, falsa, hipócrita, embustera, capaz de quitarle el dinero a cualquiera.
Y muchas veces no le damos valor a las cosas fundamentales para la transición entre nacer y morir, pero sí a las que son necesarias para matar.
