Entender a los colegas
A veces algunas personas etiquetan a otras personas y muchas de estas etiquetas se basan en el producto de un estereotipo generalizado o simplemente en el juicio popular que empieza a crecer como la espuma porque de algún modo se ven patrones de comportamientos o sistemas de conducta entre individuos que son afines a algo.
Por mucho tiempo se generan etiquetas a médicos, abogados, ingenieros, físicos, y así sucesivamente. Incluso entre géneros sexuales. Y lo peor es que la etiqueta no solo valida el hecho de que una persona es así de tal o cual manera, o que actúa igual a. Porque una cosa es ser afín a un modo de conducta en lo profesional y otra es en lo social.
Sin embargo, en muchos casos estos patrones de conducta se corresponden tanto en lo profesional como en social, parece increíble pero puede suceder y sucede; entonces se refuerza el hecho de que la conclusión del estereotipo es lógica y razonable. Una cosa lleva a la otra.
Pero cabe señalar que en muchos aspectos puede ser que sí, nos parecemos. Ciertamente hay rasgos y patrones subyacentes en nuestra personalidad que nos proporciona una afinidad con otras personas dentro de lo profesional y a su vez dentro de lo social. Y aún así no es una verdad absoluta porque habrán casos excepcionales.
Pudiera manifestar que trabajo en el mundo de la tecnología y que muchos de mis colegas son fanáticos de los juegos de video o videojuegos, pero por mi lado yo no soy fanático de nada de eso. Y quizás otras personas también cumplen esa “condición excepcional” o entran en un rango bajo de porcentaje del universo de personas que trabajan en el ámbito tecnológico y son fanáticos de juegos de video. Sería un estudio interesante.
Más allá de todo lo anterior lo que sí valido en cierta forma es que la mayoría de colegas se comprenden entre sí porque su afinidad pudiera darse con el objetivo final del trabajo que desempeñan. Es posible que el objetivo viene dado por la doctrina de estudio, por el esquema y pautas de la profesión, por la demanda del mercado o cualquier otro rasgo objetivo o subjetivo.
Hay quienes adoptan una profesión por vocación, hay quienes lo hacen por tema económico, hay quienes lo hacen por tradición familiar, y así otros muchos casos. Y en este lado de la balanza, el impulso o atracción hacia una carrera o profesión, se escapa también de esa etiqueta que menciono al principio de todo.
Finalmente entender a los colegas es posible en cierta medida, y solo desde el lado profesional, pero desde el lado humano, el por qué una persona desempeña un trabajo, una profesión, un oficio, por ese lado de satisfacción personal para cada quien, es imposible entender a los colegas, porque hay muchas razones intrínsecas que cada quien como individuo ejerce, actúa y encamina su andar dentro de su estado profesional.
Aunque existan determinados patrones que se asemejen entre individuos que ejercen una misma carrera profesional, lo que está dentro de nosotros y nuestro objetivo final dentro del ejercicio es lo que marca la diferencia de los resultados, tanto para bien como para mal.
