Monólogo
No son las veces que repito, sino las veces que no escucha.
Y así muchas veces una persona junto con otra entablan una conversación sana, coherente, pero de repente cuando esta persona que ha empezado hablar lleva un lapso de tiempo conversando se percata que nadie, absolutamente nadie, está opinando algo acerca de sus palabras, la conversación dejó de ser conversación y pasó a ser monólogo, nadie responde, luego pudieran entrar en escena una pared, un piso o cualquier otro objeto inanimado que se encuentre en el espacio.
Los monólogos son importantes en el momento de realizar una meditación, una reflexión de sí, de la vida, del entorno, es importante porque se desarrollan preguntas, se desglosan y se sacan conclusiones, todo dentro de un solo ser, una sola persona que busca en muchas otras personas y sin que las otras le digan una sola opinión.
Así muchos pasan por la vida haciendo de sus ideas un monólogo, hablando solos sin que nadie les de un punto de vista acerca de lo que están hablando y en un posible y remoto tiempo de espacio, en algún momento alguien responderá, quizás tarde, cuando el autor del monólogo se haya retirado de la escena a otro plano, en otra dimensión.
