Fumigando el culto a la violencia
En el mundo actual se está sembrando de manera incesante un culto a la violencia increíble, casi todo lo que se transmite a través de las redes sociales, la televisión y demás medios de comunicación. Son temas cargados de violencia en su más explícita expresión, tan simples de digerir, dispuesta para todas las edades, todas las religiones y todos los géneros.
Quizás no es un tema nuevo porque desde los primeros registros de la historia del mundo siempre se ha visto la violencia entre la humanidad y de alguna manera hemos ido heredando esa carga negativa que hoy nos castiga y nos condena. Hoy se hace un eco de lo que enseñamos y aprendemos en el subconsciente, actos reflejo que dejan luto por doquier. Incluso existen organizaciones que indexan la violencia y mantienen estadísticas, no sé si son instituciones en contra de la violencia o simplemente sus estadistas para tener cifras de algo más, al final ahí están las cifras.
Pero como hacía referencia hace unos años en cuanto a los propósitos del ser humano también no todo es malo y negativo en este mundo, hay gente construyendo humanidad en cualquier rincón, en cualquier calle, en cualquier hogar; aún hay esperanza y sabiduría en cómo transmitir paz dentro de un mundo tan bullicioso y contaminado, es compromiso obligado de cada uno de nosotros el saber acoplarnos con la transmisión de esta herencia de paz y solidaridad. Una vida es tan valiosa como todas las vidas que existen en el mundo.