Falta un movimiento
Hoy el mundo se debate en grandes descubrimientos científicos, innovaciones tecnológicas, teorías fantásticas por comprobar; todo pareciera encajar cada día en una sinfonía sublime, plena en melodía, armonía, todo encajando poco a poco en su lugar, es fascinante porque muchos intercambian esos temas en cuestión y viven día a día una pasión comparable con la pasión de un fanático de algo o alguien.
Pero desde un rincón uno se fija detalladamente que hace falta un movimiento en esa sinfonía que aparenta estar acorde, a tiempo, afinada; pero no es así, faltan muchas notas para arreglar la pieza, faltan partes que siguen en silencio que no se destacan porque todo lo demás mantiene un matiz fortissimo, difuminando así el silencio de la paz, el movimiento que hace falta.
Nos pasamos la vida muy metidos en nuestra realidad, en nuestros quehaceres sin siquiera echar un vistazo de lo que está a nuestro alrededor, y pareciera que es mejor así, porque no podemos hacer más nada fuera de nuestro entorno porque hasta en nuestro mismo entorno, en nuestro pequeño pedazo de realidad, siempre existen barreras y fronteras que obstaculizan la solución medianamente óptima que demanda una necesidad.
