De miedo en miedo
No me parece justo que vivamos de miedo en miedo y de susto en susto. El ser humano cada día se hunde humillándose entre sí, obligando y señalando al otro a través de una causa sinsentido. Y el mecanismo que usa para obligar a cumplir sus exigencias es la puesta del miedo sobre la mesa.
Vivimos con miedo para todo. Vamos caminando con miedo, soñamos con miedo, comemos con miedo, nos divertimos con miedo, conquistamos el amor con miedo. Todo pareciera estar rodeado de puro miedo o amenazas para causarnos miedo. Es injusto para nosotros mismos, a veces siento vergüenza ajena y propia a la vez.
Espero algún día disfrutar del día sin tener miedo a nada. Aún así, veo que en medio de tanto miedo infundido en nuestras vidas seguimos viviendo y siendo valientes, es una sensación muy extraña. Quizás el miedo empieza a ser el único elemento que nos obliga a ir más allá o quedarnos mirando en la orilla del río mientras su corriente fluye al mar de las incertidumbres.