El tiempo que vivimos
A veces el tiempo pasa volando como cualquier ave que pasa buscando resolver su necesidad. Una necesidad de aprender la maniobra del vuelo, una necesidad de la búsqueda de nido, el apareamiento, la continuidad de su especie. El tiempo pasa volando y nosotros, seres humanos, vamos caminando, imposible alcanzar el vuelo del tiempo.
El tiempo marcha segundo a segundo, imposible para el ser humano que va caminando, pero el que marcha al paso de un militar armado perece porque la marcha del tiempo es distinta a la marcha del ejército. Imposible para el ser humano marchar como marcha el tiempo. Pero si el ser humano corre más deprisa de lo que marcha el tiempo resulta en otra condición contraproducente, no podemos ir más rápido que el tiempo.
No sé si ir más deprisa o más despacio, pero el tiempo sigue andando, debería quedarme quieto e ir al mismo ritmo del tiempo. Hoy el tiempo no lo define ese ritmo que lleva consigo la física del movimiento interestelar o interplanetario o del sistema solar local, el tiempo hoy se define en cuán productivo seas para los demás.
Y cuando el tiempo pase en el tiempo que tenga que pasar, nosotros, seres humanos, nos habremos ido sin darnos cuenta el tiempo que vivimos.
