Los eternos rivales
Desde la época del descubrimiento del estudio, del por qué de las cosas, los hombres, muchos con ideales muchos con principios, muchos con ansias de triunfo y fama, han incursionado dentro del ámbito de la ciencia. La primera ley de la ciencia es demostrar con hechos y comprobar las teorías.
Cierto campo, que lo consideran opuesto a la ciencia, la religión, es otro campo bien amplio que testifica todo en base a la creencia, hombres inspirados por Dios, muchos hombres vienen a ella con principios con ansias de triunfo y fama, la primera ley de la religión es: Amar a Dios sobre todas las cosas.
Hago referencia de esto por algo que no hace mucho estuve pensando, tenemos de un lado a la ciencia, que demuestra todo con resultados con hechos tangibles, por otro a la religión que lo justifica todo con la fe, creer sin haber visto.
La ciencia en ciertos casos cuando se descubren los orígenes de una especie, empieza a olvidar a Dios, comienza un ritmo ateo, el sentido de las cosas no vienen de un ser supremo sino de composiciones de sustancias de materiales reacción física entre dos átomos. La religión por su parte justifica con escrituras proféticas que aún hasta esta fecha se desconocen, supuestamente cada religión que existe en esta tierra de oportunidades tiene la razón y la verdad de las cosas.
La ciencia se ha aprovechado para el bien, la religión se ha aprovechado para obrar bien, la ciencia se ha aprovechado para la destrucción, la religión se ha aprovechado para el engaño, soborno y mafia. He aquí los cirujanos de este tiempo, he aquí los dominios mal intencionados dirigidos por hombres iguales a nosotros que llevan la cabeza de organizaciones de otros hombres que realizan un trabajo, pero ¿En qué nos puede beneficiar el trabajo que estamos realizando?
Como toda teoría, como todo proyecto a realizar, se deberían evaluar muchas de estas cosas que hoy en día están influyendo en el pensamiento de los que estamos nadando entre dos aguas que proporcionan una corriente opuesta, cada una tiene su labor en la tierra cada una tiene su opinión cada una tiene su justificación, pero sabemos por encima de todas las cosas que hombres comunes no pueden manipular el sentimiento de una persona, no pueden disfrazar lo que en realidad por naturaleza sabemos qué está bien y qué está mal.
Apoyo mucho a la espiritualidad, apoyo mucho a la ciencia, apoyo mucho a los hombres que obran con sinceridad y a otros que no quieren engañar con sus conocimientos, apoyo a esos hombres que quieren dejar las huellas para el hombre que sigue, para aquellos que desean un mundo mejor.