Altares
Los altares son contraproducentes, sobre todo los que se hacen para quienes aún siguen vivos. Por fe creemos que Jesucristo permanece vivo entre nosotros, y vaya que ha sido motivo para desatar debates y discusiones interminables y a veces estériles que no llegan a ningún lugar.
Cada quien hace el altar a su santo de preferencia, la mayoría de estos santos están muertos y poco se sabe de algunos, sin embargo, en la actualidad mucha gente hace un altar a personas que todavía siguen vivas y expresan opiniones que de vez en cuando contradicen la justificación de su respectivo altar. Mientras más personas adoran a su santo, más fuerte es la fe y más fuerte es la soberbia, vanidad, megalomanía de dicho santo.
No tengo altares, sólo llevo una vida sin perjudicar a nadie, sin engañarlo ni haciéndole sentir como santo.