Santísima Trinidad
Hoy la iglesia católica celebra la Santísima Trinidad, un misterio que conocemos de niños, vivimos con él desde que por primera vez nos enseñan a rezar, es un misterio que posiblemente muchos dirán en vano que creen en algo que no hemos visto.
Pero les digo sí se siente, es un misterio que sentimos y desconocemos, ese es el valor de la fe, es la virtud de reconocer que no somos magníficos en este mundo mas cuando nos dejamos recibir el amor de otros, porque en el amor de otros está reflejado el amor de Dios.
¿Quién en el mundo ha dejado de amar, comenzado amar, perdonado y defendido por amor a otro ser semejante? Pues así como nos enseñan desde niños el misterio de la Santísima Trinidad, también desde pequeños nos enseñan a conocer el amor y he ahí la razón de nuestra vida, el amor que Dios ha ofrecido a la humanidad y los seres vivientes de este mundo, sobre todo a la humanidad, por tener la gracia de ser razonables, domadores de lo salvaje, pero debemos también recordar que si no existiese otro tipo de vida en el planeta, si no existiesen otros seres humanos, otras razas, otras culturas, hasta otros credos, no seríamos nada.
Por eso vuelvo y repito, rindámonos ante la agonía de sufrir guerras, profesemos el amor al prójimo, sin importar las razas, los colores, las distancias. El mejor valor de nosotros mismos es cuando reconocemos la diferencia de otra persona y aprendemos a vivir con eso.