Día del trabajador
Una fecha como hoy, hace 10 años, día Lunes me integré al ambiente laboral, es decir, obtenía mi primer empleo, era lo más satisfactorio que podía tener para ese entonces y que aún sigo teniendo.
¿Por qué? El trabajo honra a la persona, la hace madurar en muchos aspectos, se cambia el modo de pensar de las cosas, más cuando no se tiene nada y se comienzan a ver los frutos del trabajo.
Cabe destacar que a veces es difícil, no solamente enfrentar los temores de hacerlo bien, la conducta y trato con los compañeros de trabajo, la falta de experiencia, el pensar qué dirá el jefe, la falta de seguridad en sí mismo.
Siempre doy gracias a Dios por la labor que me ha obsequiado, siempre es un honor trabajar y aunque la recompensa se tarde siempre es valedera, los sacrificios son valederos, a pesar de todos los enfrentamientos diarios con los golpes económicos, la devaluación del ser humano y todo lo demás. Mantengo vivo mi trabajo, pienso en cada día hacer lo mejor posible e ir superando las etapas de no saber a conocer, de conocer a mejorar, de mejorar a enseñar lo aprendido.
Quizás suene un poco altruista pero la base fundamental de las cosas es ser humanos ante todo, ser el hombre honrado que desde niño te enseñan que debes ser, y cuando se aprende bien eso no cabe la menor duda de que en el futuro seremos seres dignos ante una sociedad, no importa no ser reconocidos, lo que importa es que uno mismo reconozca que es así.