Mi castigo
Pareciera que cada día domingo más que ser un día de descanso, ir a la iglesia o compartir en familia, se ha convertido en un día de castigo, el jefe nacional obedece a su afán para reprimir y castigar a quienes estén “fuera del margen de la ley”, sin embargo existen muchos hechos registrados que el mismo jefe mantiene en su historial, acciones que están fuera del margen de la ley.
“El líder” está convencido de que es dueño del país, se autoproclama: pueblo; sin embargo el pueblo está muriendo por los elevados índices de violencia, se ocultan los detalles pero se muestran las cifras que superan en una semana a las cifras de fallecidos en el medio oriente arábigo donde existe una guerra de más de 50 años continuos.
La paciencia tiene un límite, la tolerancia tiene un límite, digamos que el pueblo que apoya las acciones gubernamentales no soporten tal magnitud y desistan de la involución que se está generando en el país ¿Qué pasará? ¿Castigarán a la fuerza?
Hoy en día el castigo es verbal y de manera autoritaria dentro de unos “parámetros legales”, donde se dice se hace sin tregua a nada, en pocas palabras: Dictadura Constitucional.
Quien venga a decir que es mentira, por dentro sabe que es así, sí estamos en una dictadura constitucional, de ser una democracia se establecerían normas, treguas, convenios, entre otras formas de mantener el comercio privado dentro del territorio nacional. Sabemos que todo lo que sucede se está haciendo premeditadamente, con conciencia y de manera estratégica.
Es como un juego de ajedrez, se están moviendo las piezas claves para ir acorralando al rey hasta dejarle en jaque, durante el juego los peones son los primeros que van muriendo, pero no sé, así como lo mencioné en el Negocio Redondo, me parece que el gobierno poco a poco se está acreditando y haciéndose de muchas cosas, en pocas palabras, monopolizando el mercado y la vida.
Hasta para vivir nos pondrán condiciones, tanto que vivir será ilegal en esta sociedad ¿Por qué tanto odio y miseria?
Es una burda miseria lo que estamos viviendo, cuando creí ir superando etapas, los factores externos a mis pensamientos y acciones me hacen tan simple que me entierran sin oportunidad de levantarme, un lodo que mientras más intento salir más me hundo.
Lamento saber que todavía mucha gente está convencida como el presidente, que él es el pueblo, se ve al espejo y se consulta a él mismo, porque es el pueblo, vaya manera de narcisismo, falta una buena terapia psicológica en nosotros, alguno ha de estar loco, si el presidente o el adepto.