Día de la Tierra
Desterrado del paraíso estuvo Adan, junto a Eva su compañera ideal, qué pena qué pesar, no pudo haber sido peor salir del paraíso y en este mundo terminar, sin embargo con la vida hay que continuar.
Así fueron dando sus frutos, haciendo el trabajo, respondiendo por su pecado original, la desobediencia que a nadie le asienta mal, pero cuando vemos las consecuencias no quisiéramos respirar.
Trágame tierra, no me dejes aquí pasando pena, mírame tan pequeño en este desierto en esta vida, tú sufriendo yo lamentando no haber podido ayudar, ahora tu hielo se deshace, el mar crece más.
La temperatura aumenta cuando de repente sin avisar se aproxima una tormenta y no me deja ni respirar, como filo de navaja se siente el viento enfurecido por no saberte cuidar.
Aprovechamos el estrecho del polo norte, Canadá lo quiere cuidar, Dinamarca dice que le pertenece y Rusia su bandera sembró en el fondo del mar, será pensando que un día poder algo cultivar.
¿Qué pensarían de esto Gaylord Nelson, Mike Fay o Greenpeace, entre otras culturas que sí quieren colaborar? El mercado la tentación las ganas de producir más.
Tengo la ligera sospecha que el tiempo se agota si no hacemos nada, nuestro hogar está triste, ya quiere renunciar, dejemos que la gran muralla verde China funcione, bajemos la temperatura un poco más.
No pensemos que por estar fuera del paraíso la tierra se ve mal, aún es bonita, está viva y por otros muchos años puede seguir dando el sustento a todos los seres vivos y a esta humanidad.
