Escenarios del hombre
La curiosidad mató al gato.
Es una de las frases más viejas que conozco, no sé si es popular en todo el mundo, al menos en mi tierra sí lo es.
Cada vez que uno camina o sale a la calle, siempre se presentan situaciones curiosas, cómicas, serias, en fin, situaciones que nos ponen en estado de crítica, análisis, risas, y así.
Siempre que ando en la calle vivo dentro de un escenario marcado con varios guiones en donde a veces soy el protagonista, otras el espectador, y cuando soy espectador curioso y admirador de la escena se me dispara la cámara hacia donde me llame la atención.
Viendo un poco algunas de las fotografías que he ido tomando en la calle, sobre todo las más curiosas escenas, pienso en lo extraño que es el ser humano cuando se dedica a darle una forma particular y única de acuerdo a la personalidad de alguien a un espacio que quizás en principio estuvo como muerto e inerte al movimiento de la tierra y la galaxia.
Solo cuando el hombre interviene, se dan formas y personalidades a las cosas que nos rodea, pero antes, la naturaleza es la única que impone su personalidad, elemento que tomará por sí misma todos esos escenarios que el hombre alguna vez invadió y quiso hacerse de él.