Con el pie izquierdo, la moral derecha
Y sucede que durante ciertos días sientes que te levantaste con el pie izquierdo y todo te resulta al revés, todo se confunde, nada te llega de primera, debes hacer una y otra vez el intento de conseguir un objetivo deseado. Sientes que no es tu día, que debes hacer combustión espontánea, que no resistes más y quieres explotar.
Pero de repente, te llega un mensaje, una voz, una pequeña información, un abrazo, una sonrisa, un hola, un adiós, una música, un espejo; llega eso que te sacude y te dice: ¡Oye! ¿Qué haces? ¿A dónde quieres llegar? ¡Mira a tu alrededor, estás bien!
Entonces, toda esa contención de chispa de ira, de enojo, de indignación, tristeza, debilidad, impotencia; todo eso desaparece, solo terminas pensando: está bien, me levanté con el pie izquierdo, pero sigo con la moral derecha.