El minuto de llamada
Así sucedió hace poco tiempo, esto es solo para reflexionar.
Hay personas que por esfuerzo y ganas de superación, de vivir mejor, de conseguir ser alguien en la vida, estudian, trabajan, hacen actividades en pro de una comunidad, ayudan al que lo necesite. Aún así, nombrando algunas cosas que se me puedan ocurrir nunca llegan a tener una vida estable, una felicidad cumplida un espacio en la sociedad.
Viendo un programa de televisión, una persona menor de edad realizaba una llamada internacional, ella pertenece a una categoría de competencia automovilística en un país europeo, hacía la petición que la incluyeran en la nomina alta de una empresa muy prestigiosa y reconocida a nivel mundial, la respuesta fue afirmativa, en menos de un minuto ya era parte de la nomina.
Por mi parte me pasaron muchas cosas por la cabeza, mi juventud estudiando, mi juventud leyendo, mi juventud trabajando, mi temprana adultez trabajando y estudiando, metas cumplidas y aún estudiando. Esperando un trabajo digno de lo que con tanto esfuerzo me ha tocado hacer, cosas que no son fáciles cuando haces y haces, esperas el reconocimiento, esperas la oportunidad y no sucede nada.
Hace tiempo escuché decir que una persona menor de edad no debe trabajar, pues hoy en día un menor de edad pertenece a una nómina donde hacen las múltiples pruebas habidas y por haber para poder pertenecer a esta. No sé dónde está la suerte, no sé dónde está el convenio, no sé dónde queda mi esfuerzo.
Pienso y medito: ¿Será que no soy el indicado para someterme a esta prueba? ¿Será que soy el único que se da cuenta de estas cosas?
Me imagino que muchos igual que yo están en la misma situación, pero ¡Ay de nosotros si chistamos! Porque nos las vamos a ver negras.
Cambio mi vida de esfuerzo y sacrificio por un minuto de llamada.