El camino que lleva a Belén
El camino que lleva a Belén. Caminante no hay camino, se hace camino al andar. Me gusta estar al lado del camino. Andando, por la vida mirando, que a veces lo que dicen no es igual a lo que harán, y así algo tendrá que cambiar en este mundo desigual. Voy abriendo caminos para dejarte las cosas buenas que aprendo mientras camino mis calles. Voy abriendo caminos para encontrarte, y en este mundo perdido también hay buenos amigos.
En fin, son muchas las canciones que hablan del camino, de la vida, de la realidad, de todo lo que nos hace humanos cada día. No sé si ellos, quienes escribieron estas canciones, tuvieron algún tipo de revelación, un mensaje interno y celestial. Pero sí que coinciden en el camino y en la vida, en esa analogía.
Existen muchos caminos, muchas realidades sobre este mundo, pero todos, absolutamente todos esos caminos y todas esas realidades nos conducirán a un mismo destino, la trascendencia del espíritu hacia otra dimensión que por ahora es desconocida para todos, y cada quien durante esta vida, hará una parte, una función, dejará una huella por una razón, una razón que no se hace lógica ante nuestros ojos humanos porque precisamente la capacidad de ser humanos es limitada, es un experimento que se desarrolla a nivel milenario.
En unos cuantos años, en unos cuantos giros de la Tierra, quizás unos milenios, el humano habrá conquistado ese conocimiento y ese entendimiento que hoy no vemos a simple vista.