Cultura sin límites
Recientemente he tenido la oportunidad de explicar mucho acerca de la música de Venezuela, cómo es, cómo se conforma, también un poco acerca de las regiones que conforman el país, me siento muy satisfecho de que muchas personas se sientan interesadas por mi país, por su gente, por su música, por su cultura, por los climas, incluso por las procesiones religiosas.
Se siente de un bien describir toda nuestra idiosincrasia cuando estamos muy lejos de casa, porque de alguna manera es una nación atractiva y reconocida por su diversidad cultural, su gentilicio, su amistad, sus mujeres bellas, en fin, un cúmulo de cosas buenas que se consiguen y que hoy están muy ensombrecidas por la desidia e irrespetuoso comportamiento de unos pocos.
Tengo fe en que la gente, mis compatriotas que aún duermen en el letargo y abandono espiritual, despertarán para decir: basta, ya basta.
Porque no podemos dejar que tanta tormenta de suciedad nuble sobre todas las cosas hermosas que tiene la nación, especialmente sobre su gente.