El comienzo de nosotros
Es continuar en esta tierra y definir qué hacer con la vida que nos obsequian, por otra parte en este escrito me refiero que más aún estos últimos días han sido más relevantes para mí, me explico.
Venezuela se ha dividido, he visto, oído, leído y presenciado que el río sigue haciéndose más ancho, entre una oposición y un oficialismo que durante mi corta vida primera vez he visto que los venezolanos se han convertidos más fanáticos que nunca.
Me di cuenta que los pobres ya se relacionan con los ricos, que los religiosos con los mundanos, que los ladrones comparten con la ley, he visto que el derrumbe de la familia continúa, los principios siguen separándose, los bienes para una comunidad se ha individualizado o se ha privilegiado para algunos, el ejemplo del Siglo de las Luces realizado en Europa no llegó hasta nosotros, la tecnología avanza, y aquí esperamos por tecnología, no hemos visto nada, estamos en pañales.
La preocupación se me hace más importante mientras pelean y pelean, mientras fijan su objetivo a revocar y otros a seguir haciendo campañas políticas, teniendo ya la posibilidad de corregir y revisarse las fallas no se han fijado que hay alguien que los observa ¡Sigan! Él seguirá observando pero a la hora de decir ya basta, será ya basta, llegará el remolino que dará una mayor revolución que la de quinta velocidad, dará un mejor golpe que el coordinado, se defenderá más que un soldado, ajusticiará con verdadera justicia.
Noten algo, no es posible un partido político, no es posible una oposición, no es posible un país con tanta división, no es posible el progreso sin negociación, no es posible tener razón sin antes hacer reflexión, no es posible ser un buen líder sin antes haber sido liderado por alguien, pensar que antes de ser profesionales somos humanos, somos los seres superiores con dotes para comunicar, acceder, escuchar, cambiar, tomar en cuenta que sí estamos rompiendo las relaciones que existían entre los venezolanos.
Solo basta con sentir un poco a las personas, con escucharlas un poco, basta solo con abrir de verdad el corazón, el pasar un día en la calle, observar detenidamente que en el fondo de cada ser existe la tristeza que los venezolanos tienen a pesar de que somos los seres más rumberos del mundo.
Si Dios perdona a alguien es al que rectifica, si Dios ve a alguien es al más sencillo, al humilde y al solidario, necesitamos llevar una sola voz, necesitamos estar unidos porque juntos ningún otro país será más sobrado que nosotros, pertenecemos todos a este país, pertenecemos a la vida, pertenecemos a la comprensión, el comienzo de nosotros es continuar.
