Presencia
Pasamos la vida inmersos en un mundo de tecnología, civilización, costumbres adoptadas, costumbres autóctonas, pasamos la vida dentro de un mundo de cemento y ladrillos, un mundo de avenidas y edificios, pobreza y riqueza, un mundo con distinción de colores, un mundo donde nos movemos en el entorno que nos pertenece y cuidado si nos salimos de ese margen, puedes ser desterrado o rechazado por la nueva comunidad.
Pero cuando dos o más mundos se unen para ver la maravillosa creación que no sabemos quién la realizó, cuando pasa lo que no alcanzamos a comprender por qué está eso en ese sitio ocupando un lugar muy ajeno a nuestra realidad, pero sabemos que está ahí, que es grande y que todos los días vive en el mismo sitio sin saber cómo está, cuando nos unimos para extasiarnos por su grandeza y majestuosidad, en ese momento olvidamos quiénes somos, olvidamos que pertenecemos a un mundo de concreto, olvidamos que el dinero existe, olvidamos que la maldad y la distinción de razas existen, solo pensamos: ¡Qué grandeza! ¡Qué imponente!
Es el símbolo de que somos pequeños seres con pocos pero importantes dones capaces de realizar algo semejante a esto, crear la hermandad.