Hilos
En esta vida, muchos hacen el papel de títere y otros tantos de titiritero, sea como sea, estamos atados a hilos que son halados para que produzcan un movimiento en nosotros, dichos hilos son los motivos por los cuales nos movemos, damos pasos, bailamos, saltamos y así muchas cosas más; pero llega un momento en el que todos esos hilos son soltados y repentinamente caemos.
A pesar de eso, no debemos desfallecer y pensar que no nos levantaremos, porque siempre habrá otro titiritero que querrá tomarnos por esos hilos para seguir el movimiento, quizás un movimiento distinto al que nuestro anterior titiritero nos tenía acostumbrado. Todo en el buen sentido de la acción, no todos los titiriteros son desagradecidos con su marioneta.
Finalmente, no debemos quedarnos brazos caídos, que nunca se corte el hilo de la motivación, esa motivación que nos hace títeres de un nuevo acto en el que cada día se presenta como escenario nuevo, dar el mejor espectáculo posible.