No creas tanto
Sí, la Tierra se ha convertido más que un hogar en un campo de batalla en el que a diario combatimos diferencias de: ideas, habilidades, creencias, dominios territoriales, razas tribales, entre otras.
Pero no creas tanto porque existe una parte clandestina, oculta que siempre está haciendo la contraparte, esa paz que necesitamos, esa paz que llena el espíritu de satisfacción, satisfacción que se ve reflejada en la acción bien hecha, en la retribución de algún amigo que nos paga con la misma moneda que usamos para emplear en nuestras relaciones, la buena voluntad.
Me doy una que otra vuelta por Facebook y no veo más que lamentos y tristezas, pese a que cada quien que está comprometido con la vida, la naturaleza, el presente y el futuro, está en plena conciencia de los acontecimientos que se están suscitando en el mundo, pero lejos de esa preocupación y agonía que pudiéramos sentir, debemos hacer algo, no solo transmitir que el mundo está al revés y transmitir toda una avalancha de desgracias porque lejos de enseñar desaniman a cualquiera.
Lo he repetido en varias ocasiones, es cuestión de cambiar la manera de decir las cosas, he caído una y otra vez en la retórica, pero a diario intento de esforzarme lo más que pueda por transmitir la idea de que podemos cambiar el mundo sin la necesidad de empuñar armas, sin la necesidad de dañarnos físicamente, sin la necesidad de ofender.
Aunque la verdad para muchos sea interpretada como una ofensa, más vale hacerla pública, quién sabe, en algún momento sea aceptada y bien recibida, no creas tanto que no se puede o no vale la pena.