Sea el país que sea
Mucha razón tenían mis compatriotas cuando en las manifestaciones decían: gente pobre uniformada golpeando gente pobre sin uniforme.
Y así en muchas partes del mundo. Gente que no le queda más remedio que enfrentarse a sus compatriotas de manera deshonesta y brutal solo por obedecer órdenes que al final de cuentas tienen un sinsentido total, el único objetivo de los “líderes” de hoy en día es perpetuarse en el poder y disfrutar de la riqueza natural y humana que controlan bajo su látigo de miedo.
Las técnicas de manipulación y control han superado los límites de cualquier tiempo pasado. Y se podrá mirar cualquier tiempo pasado como más violento que el tiempo de nuestra actualidad, pero lo cierto es que se han incorporado nuevas herramientas para someter a la población castigando a unos pocos, mostrando el castigo y doblegando al resto a través del miedo.
Sea el país que sea, tenga la ideología política que tenga, el final es el mismo, mantener un poder. Pero ese poder no se basa exclusivamente en una estrategia pensante y razonable que garantice la seguridad de vida para todos por igual, es un poder que contrasta mucho en lo que se manifiesta y lo que se hace, en los resultados de sus ciudadanos y sus fuerzas armadas que reprimen, es un poder que divide y no une nada.