Dios siempre responde
Ten la certeza de que es así, por muy agobiada o inquieta que esté tu alma, Dios siempre responde, no esperes una respuesta de una voz muy gruesa y aturdidora, solo abre los sentidos y fíjate en los pequeños detalles que suceden a tu alrededor, siempre y cuando realices la pregunta directamente a él.
Así como cuando preguntas cualquier inquietud a tu madre o a tu padre, o a cualquier amigo, así mismo puedes preguntarle, pero su respuesta se dará a través de diversas maneras, puede ser que la recibas dentro de la naturaleza, o mediante una persona, o en tu propio pensamiento, será un mensaje quizás sin lógica razonable.
Es por eso que deberás tener tus sentidos bien agudos y bien despiertos, necesitarás reflexionar al final del día cada momento, recordarlos, digerirlos y verás que sin pensarlo, en uno de esos momentos habrás recibido la respuesta a tu pregunta.
Mientras más le preguntes, más fácil será percibir la respuesta, casi de manera inmediata.