Rapsodia de los que no
Que los paradigmas educacionales, formales y legales no eclipsen mi intuición humana, espiritual, sabiduría del universo, de la conexión emocional con todos los seres que comparten este mundo terrenal, lógico, banal, de etiqueta y racional.
Que la formalidad expresada en el diario, la prensa, el periódico, las noticias que me dicen de Ucrania, Rusia, Pakistán, Israel y El Salvador tuvieron conflictos entre Taiwan, el océano Pacífico y más allá, que no me desarmen la fe para ir más allá, conseguir mi propio norte sin ahogarme en la tristeza de una esperanza aparentemente perdida.
Que las instituciones políticas no me mientan diciendo que consiguieron un nuevo satélite rodeando la Tierra, Saturno y Júpiter, un cometa uniendo tres planetas en órbita extraña, complicada y singular que quieren desviar con un cohete. Y no me hablen de extraterrestres, la Luna y Marte disfrazando colonización a través de la ciencia y el conocimiento filtrado.
Prefiero recibir la solución porque con toda esa información ¿Qué puedo yo solucionar? Y si no recibo la solución, entonces que me otorguen los recursos necesarios para apoyar a dar la solución.
