Fuertes en solidaridad e imaginación
La realidad de la vida no es solo una cara bonita, un aplauso, un abrazo. La realidad de la vida no es solo llanto y dolor, tristeza, muerte. La realidad de la vida tiene muchas caras, muchos sentimientos, muchas personas involucradas, muchas especies. La realidad de la vida es múltiple en todos los sentidos, aún así, la realidad de la vida se conecta en un punto común, converge sin que nos demos cuenta, estamos tan metidos en las otras realidades que la realidad de la vida común, esa donde todos convergemos, nos pasa de manera desapercibida.
Hay algo que está reinando sobre esta pandemia y no es lo que se piensa, sino todo lo contrario, tiene que ver con la creatividad. Las personas con gran imaginación podrán llegar un poco más cerca a ese punto donde estamos convergiendo y del que hemos querido escapar por nuestra educación, cultura, idioma, por nuestros sistemas de creencias, en fin. Por muchas cosas hemos olvidado esa imaginación y creatividad que nos hace volar y salir de este plano real, de estas múltiples realidades.
Ahora más que nunca, esa imaginación, esa creatividad, está despertando en muchos, he visto a muchas personas volver a ser niños, a descubrirse en su forma natural, auténtica, sana, en su forma original. El miedo intrínseco en nosotros se disfraza con un toque de valentía y empieza a demostrar que todo se puede canalizar y llevar de la mejor forma posible. Este mundo es libre por naturaleza pero preso por elección y decisión.
Hoy, el encierro casi obligado que vivimos por la pandemia, nos motiva a buscar la mejor forma de ser, el yo interior que se había dormido entre tantas caras que tiene la realidad. Hoy no sabemos quién hizo todo esto ni quién nos obligó a estar encerrados, pero lo que sí podemos saber o intentar hacerlo, es ser quienes somos, seres humanos vulnerables, pequeñitos en el universo, pero fuertes en solidaridad e imaginación.