Eruditos de la negatividad
En ocasiones debemos someternos a caer en el fondo, bajar hasta lo más profundo de nuestro orgullo para luego salir y quizás sin un ápice del mismo orgullo que teníamos en el momento de la caída. Son muchas las veces que he debido callar, aún teniendo la razón. Pero como todo en la vida nadie tiene la verdad absoluta y defender una supuesta verdad sería un error garrafal porque nos impulsa más y más a caer en el fondo de un círculo vicioso de discusión estéril.
Hoy mucha información va y viene en Internet, no sabemos cuál es la cierta, la certera, la que realmente nos condiciona como lo que pensamos es, así como un teorema que se plantea y luego al ser puesto en práctica no funciona, así como las ideologías. Por mucho tiempo antes de la Internet, rodaban los libros de aquí para allá y lo más peligroso no es tanto que se lean o no, sino que se sepan interpretar, hay quienes realmente difunden mensajes bélicos que pueden seducir al lector de manera subconsciente o subliminal, pero hay mensajes simples y que transmiten por su lado un poco de amor hacia nosotros y hacia los demás.
La manifestación que cualquier persona difunde a través de cualquier medio es simplemente una obra personal de cada quien, solo es cuestión de nosotros optar por aprobar o desaprobar dicha manifestación como idea coherente hacia un posible estilo de vida que quisiéramos asimilar y adoptar. Al final las bases fundamentales del discernimiento de cada quien, están basadas en la educación primaria del ser: la familia.
Los hombres y mujeres que se dieron a conocer porque realizaron actos negativos en sus vidas, posiblemente son el reflejo de una mala educación familiar y muy apropiadamente los juzgamos sin medir razón alguna, porque es posible que no llegamos a entender cómo funciona realmente la herencia genética, la herencia educativa y formativa de los hijos desde sus padres y su entorno, porque quizás somos un conglomerado de desinformados intentando lanzar una flecha para ver si da en el blanco de una manera u otra.
