Busca el Sol
Sal a ver al Sol, no te quedes mucho tiempo en casa, camina, observa lo que hay allí afuera, aunque pienses que el exterior de nuestro pequeño refugio es peligroso no temas, ve con Dios tomado de la mano y sal, asómate a la ventana y recibe la luz del Sol.
Si permanecemos mucho tiempo en el encierro, nuestra batería de reserva se agota, nos debilitamos y nos posicionamos en un estado de ánimo muy mínimo, un estado donde el amor se va apagando poco a poco. El Sol renueva nuestra energía, recarga la batería de nuestro cuerpo, calienta el motor de una nueva esperanza.
En la naturaleza todos los seres vivos buscan la luz del Sol, aún los animales nocturnos, todos la buscan, aunque sea por un lapso muy corto de tiempo. Pero con ese pequeño momento basta. No te quedes mucho tiempo en casa, busca las maneras de ver al Sol, siéntelo y que te llene de energía.