Materias de enseñanza
La religión me enseñó que no existe una religión como doctrina sino como una forma de vida, eres religioso de lo que practicas y son muy pocos los que profesan y practican. La religión se dice y se esconde a la vez.
La ciudadanía me enseñó que no existe una sociedad como tal, sino múltiples categorías o etiquetas de grupos de personas, clubes o gremios amparados por ciertas características, incluyendo la religión.
La ética me enseñó que son tan ciegos como injustos, se permiten hacer juicios amparados por ciertas leyes que nadie practica, pero si manifiesto un criterio, este se tergiversa convirtiéndose en un asunto por el cual puedo ser enjuiciado.
La ciencia me enseñó que existe una partícula llamada: la partícula de Dios. Pero para la ciencia no existe un dios, quizás lo usan como marketing para acomodar la postura de conocedores y auténticos dueños de la verdad de la vida y todo lo que la conforma.
La historia me enseñó que no se escribe con buena caligrafía, sí se tiene mucha ortografía y gramática porque ha de ser bien explícita para lograr alcanzar los objetivos de quienes quieren ganar la guerra, aunque sea en el papel, pero la caligrafía falla, casi no se entiende bien.
La música ¡Ah la música! Me enseñó que no es arte sino el lenguaje de comunicación entre Dios y el hombre, entre los hombres que hablan diferentes idiomas. La única capaz de conciliar el agua con el fuego, la paz con la guerra y la valentía con el miedo. La música reúne todas esas materias de enseñanza, las premia y las enmienda.