El complemento de nuestro saber
Estoy casi 100 % seguro de que si escribo un libro con todo el contenido que he escrito acá en este blog mucha gente lo compraría, no por el hecho de si el contenido que escribo es bueno sino por el hecho de que siempre, sea lo que sea, estamos condicionados a gastar nuestro dinero por algo.
Son pocas las personas que aprovechan el valor de un consentimiento de manera leal o amistosa, un aprecio o un consejo referente algún tema particular. Aquí en este blog, como en muchos otros que he leído superficialmente, se transmite mucha información y de manera desinteresada o incondicionalmente, sin embargo tenemos una chispa en nuestro interior que nos dicta una premisa de que todo debe costar, debe tener un precio.
Y no es así, no todo debe tener un precio, muchas cosas las damos porque nos nace del alma, corazón o espíritu, nos nace porque queremos compartir nuestras experiencias o habilidades con el resto de las personas. Las damos de manera incondicional y no por querer resaltar entre la población (bueno, eso último no lo sé, a veces muchos lo hacen para figurar de manera pública).
Pero lo importante aquí es saber aprovechar esa información y de manera más óptima posible, porque cada persona es un libro de conocimiento no absoluto pero sí para nuestro complemento y alcance de nuestro próximo destino en este camino llamado vida.