Nuestra condición física y espiritual
Anoche sin un ápice de sueño, pensaba acerca de los diferentes conocimientos que el ser humano ha llegado a descubrir, experimentar y documentar. En la actualidad existen muchos caminos para llegar a un mismo objetivo, entre tanta información, experimentos y conocimientos desarrollados, han surgido muchas ramas de la sanación, que en cierta forma están siendo mucho más efectivas que la medicina tradicional o científica, sería bueno buscar un punto de equilibrio para ambas partes.
Lo interesante de muchas de las medicinas alternativas, como las llaman, es que van directamente a la emoción del ser humano, revisa su incidencia física, entra en el subconsciente y arma un esquema holístico de la persona, hace un todo entre lo físico y lo emocional, no se descarta nada.
Lo más importante es tener en cuenta que el ser humano es un ser espiritual, una energía encarnada en un cuerpo físico. Hace muchos años, sin tomar mucho interés en estos temas, redacté un pequeño pensamiento que me vino a la mente, decía: el amor es la fusión de nuestra condición física y nuestra condición espiritual.
En ese momento para mí fue un pensamiento vago, quizás sin alguna lógica o con un interés en el amor de pareja o cualquier amor entre dos o más personas, pero después de muchos años vuelvo a meditar ese pensamiento, habiendo estudiado parte de estos conocimientos de sanación, habiendo leído mucha más información acerca de las religiones, Dios, la educación, la ciencia, después de haber visto muchos documentales, videos y opiniones de muchas personas de muchos lados; conjugo, digiero, saco conclusiones, armo rompecabezas y analizo qué fue ese fugaz pensamiento que me vino en aquel momento, en aquellos años de cierta ignorancia.
Dios, es una fuente de energía, una fuente de amor, una fuente de vida que se interconecta con todos los seres que tienen vida en el planeta y en el universo entero, todos sin excepción alguna, tenemos el don de comunicarnos con Dios y cuando por alguna razón tenemos un pensamiento sublime e intenso, o un suceso ilógico e inesperado con resultados increíbles, allí se manifiesta Dios y nos concede la respuesta que tanto hemos anhelado.
A veces en los pequeños detalles que ofrece la vida, Dios nos muestra su amor y su mensaje, nos da información para nosotros y para quienes por alguna razón no han logrado interpretar estos detalles. Así pues que puedo afirmar con mucha certeza que ese pequeño pensamiento pudo haber sido un mensaje de él, unas palabras que en su momento me hicieron sentir una emoción, me hicieron saber que hay una interconexión entre lo físico y lo espiritual que conocemos como amor.
Puede ser que me equivoque, pero fue lo que sentí anoche durante el pensamiento.