Destino

Sin importar lo que me dicte la conciencia, la paciencia y el dictador de nuestra naturaleza, temo apoderarme de la vanidad, tomarla por la mano y hacerla mi compañera, no pretendo hacer daño pero la influencia me incita a herir a quienes no debo y a aliarme con quienes no peco.

Sacudiré mis alas para tomar un rumbo más elevado en la escala social de la vida, no tendré paciencia para quien subestime mi inteligencia, pondré mi bondad, como el tesoro más preciado, en una caja fuerte por si alguien se atreve arrebatarla y violar.

Desafiaré a leones y águilas que con sus fuertes enojos nos quieren someter e intimidar, demostraré que soy libre como el viento que se filtra en cualquier lugar, haré de la luz y la oscuridad un arma letal cuando oscurezca y el día comience andar.

La palabra, la acción y el verbo no serán más una herramienta que utilizar, el sentimiento esconderé detrás de la puerta de mi habitación que muy pronto tendré que abandonar. Paralelas, pesas y pesados a cargar, porque no solo pesa el peso sino quienes te quieren pisotear.

Ballenas del profundo océano visitaré y con sus melodías me dormiré sin siquiera pensar que atrás dejé un destino vacío, un destino sin final, la calle quedará en ruinas cuando mi voz se alce en el solar, apuntando la espada de los que cortan el silencio de la verdad.

Dejaré de ser navegante y en pirata me he de convertir, la paciencia no aguanta, las amarras están por soltar y cuando el testamento esté impreso nadie podrá contradecir que de alguna forma con los siete mares un pacto tendré planteado, cultivando en lo más profundo un alga nutriente de nuevas especies.

Mi barco está listo para zarpar, no es ahora, no es mañana, pero sí pronto, en cuanto el cargamento esté completo, las velas tejidas, el mástil levantado, la bitácora implantada, el timón en su sitio y un telescopio para el rumbo trazar. Bajaré la bandera de su asta para la nueva alzar, que ondee al viento que me represente en cualquier lugar.