Mensaje privado
Con la creciente demanda de uso de las redes sociales y la necesidad de comunicación, muchos hemos caído sin querer y a veces ansiosamente queriendo, en el desenfrenado y dependiente mundo de estas, pasamos a ser: críticos, cómicos, amigos, enemigos, jodedores, entre otras cosas.
Ya casi nada está oculto, bueno, hasta hace poco algunas cosas eran ocultas cuando de pronto han salido a la luz pública un montón de acusaciones de personas que descubren información privada de quienes supuestamente estudian nuestra información privada y que a su vez nos protegen del terrorismo.
Y es que todas las leyes del mundo juntas no amparan al pobre inocente que si cuestiona algo que ve mal inmediatamente es juzgado y sentenciado a cumplir condena, porque algo le pareció mal. Sin embargo existen organizaciones que poseen todo el poder que se les puede confiar, especialmente el poder de la información, manejan sin siquiera nosotros sospechar infinidades de información al día, al momento, al instante; que por casualidad también manejan otras organizaciones que supuestamente están encargadas de defendernos y protegernos, pero resulta que si de tanta información algo les perjudica y no les parece bien, serás sentenciado.
Hay quienes no están de acuerdo y deciden hacer pública información real, esa información que manejan las organizaciones que nos defienden, en fin, si me extiendo voy a terminar enredado tal como lo estamos dentro de este montón de redes, pero la base principal de todo esto es leer los “términos legales”, esas letras pequeñas que nunca leemos y que aunque lo hagamos y demos el “sí”, nunca nuestros mensajes serán tan privados como lo menciona la política de privacidad, es una paradoja pero finalmente cada quien elige si está de acuerdo o no.