Mi segunda parada
Por cuestiones de la vida, he debido hacer una segunda parada, esta vez en una ciudad muy dinámica y que aún no conozco muy bien que digamos, pero entre la búsqueda de vivienda y acomodo del equipaje ligero, ya me he perdido en dos ocasiones.
La gente es muy distinta, un tanto alegre y juguetona, igual que las personas de mi primera parada son muy educadas, trabajadoras, emprendedoras; gente que se levanta muy temprano. Es una dicha conocer gente así, es una chispa de impulso para seguir adelante, aprender y compartir experiencias.
Es una localidad muy bonita, tiene un clima muy agradable, la arquitectura y sus avenidas entre lo moderno y lo colonial, y como dicen acá: las mujeres son muy guapas. En fin, apenas tengo un mes de conocerla y debo seguir brindando todo el servicio posible que pueda y sea necesario, igualmente debo estar muy agradecido por la oportunidad recibida.