Analogía de un gobierno
Un gobierno parece a un circo; los circos limitan su espacio de trabajo mediante una carpa, con un perímetro de terreno y espacio aéreo definido, allí encierran: payasos, fieras, acróbatas, bailarina, músicos, dueño de circo y espectadores. Ahí, se conjuga un montón de perfiles destinados a cumplir una función específica.
El dueño del circo generalmente representa al circo, anuncia el espectáculo de turno, a veces va disfrazado de payaso y hace una que otra payasada. Las bailarinas, músicos y acróbatas son atractivos, interesantes y desafían leyes de gravedad. Los domadores de fieras también, pero éstos siempre dominan a las fieras con su particular látigo.
El espectador en su tribuna, debe estar atento a cualquier espectáculo presentado y por si fuera poco, aplaudir, hacer eco del espectáculo, así el espectáculo sea muy malo.
Lo que tal vez no suceda en un circo a diferencia de un gobierno, es cuando el espectador se siente insatisfecho de un espectáculo, porque se sueltan las fieras y sálvese quien pueda.