Y pensar que la vida nos enseña
Y pensar que la vida nos enseña, los errores nos enseñan y las experiencias nos enseñan, no puede ser que desde el principio lo hayan dicho pero no lo han cumplido, nacimos desde el más allá sin saber que nos íbamos a encontrar un mundo llamado Tierra que rima con guerra, es así cómo nuestras vidas ya nacen confundidas, sin saber en dónde estamos, por qué estamos, para qué estamos y mucho menos, por qué está el otro aquí, desde dónde vino, por qué su carácter es distinto al de nosotros.
No puede ser que la esperanza sea una palabra inventada para nada, para ocupar un espacio más en nuestro diccionario, en nuestra mente y en el corazón de los que sí creen en ella, la razón de la vida no la han descifrado, ni los más genios, ni los más estudiados, ni los que creen tener la razón, es hora de seguir así, pues hay que cumplir las profecías de catástrofes a parte de las naturales, ya hemos vivido mucho en este planeta, es hora de seguir matándonos y volver al pasado, pues todo es un ciclo, se ha cumplido y llega a su fin, la historia no la aprovechamos, los distintos idiomas se interpusieron, no nos dejaron civilizarnos como queríamos.
La lejanía de los problemas nos ubicaron en otra parte, “todo está bien, nada sucede”, es normal contribuir a la destrucción de lo que llamamos hogar, es hora de habitar otro planeta, para también destruir y matar, es hora de volar en nuestras naves y descender en lugar desconocido, un lugar que en nuestra vida no conocíamos, pues, en nuestra muerte será más conocido, llegar con las manos vacías porque lo que estaba hecho en la Tierra fue destruido, no llevar nada, ni armas ni alma, será como comenzar de nuevo, pero sin poder descansar, seremos juzgados, sin saber por qué, pero al recorrer nuestra vida, ver todo lo que dejamos, entenderemos que nos fuimos sin decir adiós, que la vida no fue mas que un desperdicio, no valió para nada, mejor dicho, no nos dejaron que valiese algo.
Siempre encontraremos a quién culpar, es sabroso culpar a alguien, se siente bien, al lugar que iremos seremos culpados tanto como nosotros culpamos, tanto como nosotros herimos nos herirán. Seremos esclavos de nuestras propias culpas, no escaparemos de eso, nuestro cuerpo sufrirá, es por eso que no podrás ir ni con armas ni alma, el alma se queda en otro sitio, las armas se quedan en donde fueron realizadas, lo real se acabará para todos, lo inimaginable llegará para demostrarnos que sí existe y tendremos temor, ¿temor a qué? A no haber cumplido lo que teníamos que cumplir, a no saber qué decir en ese momento, a no interpretar, a no enseñar a interpretar, a no ser interpretes verdaderos, sufriremos más de lo que con un poco de sacrificio hubiésemos sufrido aquí.
En todas las naciones se escuchará el lamento, el llanto, no veremos nada, solo oiremos todo, pero ver no podremos, lo más preciado se nos arrebatará, la vista quedará nublada, no saborearemos, todo será amargo, ácido, picante, lo más preciado se nos arrebatará, no tocaremos nada suave, nuestros callos no nos dejarán sentir la pureza, lo más preciado se nos arrebatará, solo oleremos el aroma a sangre y humo de algo combustible, lo más preciado se nos arrebatará, solo oiremos, esperaremos a nuestro turno, nuestra oportunidad, la que no tuvimos cuando nos la merecíamos, cuando nosotros teníamos que en ese momento poner de nuestra parte.
Para los que piensan, para los ignorantes, para los que lo saben todo, para los que estudian, para los que por X circunstancias no supieron, para los que no los apoyaron en algo, para todos: somos animales primitivos todavía, el rey es nuestro león de África, la reina es la ballena de nuestros océanos, el príncipe el águila que vela en las alturas, la princesa la paloma, esta última símbolo de libertad, paz y esperanza, la cual es sabrosa en un sancocho para reponerse de la resaca.
Es así como me expreso, con esto no quiero decir nada, solo un poco opinaba, y el que esté seguro de librarse que tire el alma y con el arma trate de salvarse.