Retazos de una nación
En 1999 se demostró claramente que quienes planearon la constitución y trabajaron en su elaboración, fueron personas que por alguna razón querían un cambio porque estaban desanimados con los años anteriores a la decisión de cambiar, un cambio supone mejoras, sin embargo hemos llegado a la actualidad y personalmente no he visto una mejora global de la nación, solo mejoras personales, pero aún así la constitución venezolana habla de muchos temas, tiene un preámbulo muy romántico de ideas y posiciones que enamoran a cualquiera porque fusiona muchas cosas en macro, une mantequilla con mermelada, pan y café con leche, sopa y casabe, une cultura, religión, ideas, libertad, descentralización, derechos humanos, une estados, gente, paz, ecología, en fin, muchas cosas que enamoran, pero al igual que el amor si se declara y no se practica, no resulta, el amor muere en el intento de nacer.
Estamos viviendo una realidad muy comprometida con el futuro de la nación, recientemente se ha visto cómo se han devaluado los valores que profesa la constitución, todo me hace pensar que no fue más que un proyecto de vida individual y no un ideal en común, simplemente un proyecto de recompensa material más que de recompensa moral como reza la constitución, “…invocando la protección de Dios…”; es una frase muy comprometedora porque estamos colocando a Dios sobre todo lo que sigue a continuación, pero finalmente nos dejamos llevar por todo lo material que existe, lo tangible y lo que nos produce satisfacción humana, en ese momento desaparece la protección de Dios.
Ciudadanos, muchos sienten agrado porque ayer saquearon un comercio, porque el dueño decidió elevar precios pero ¿eran productos de primera necesidad? ¿valió la pena el saqueo?
Hasta me pone a dudar en cuáles son nuestras necesidades como humanos o como ciudadanos en el país, finalmente quienes saquearon cada producto lo venderán más adelante, probablemente de ahí sacarán sus aguinaldos, los aguinaldos que por culpa del mismo sistema de gobierno no se pueden materializar, probablemente sea la principal razón de la orden más clara de un régimen autoritario: “que no quede nada en los anaqueles”; frase que enmascara anarquía.
Militares, muchos miembros de componentes armados garantizaron el buen saqueo, incluso formaron parte del mismo sin percatarse de que se están haciendo un daño irremediable, los ciudadanos pagamos sus sueldos, pagamos su vida, porque su trabajo simplemente es defendernos y el trabajo del ciudadano producir, pero eso no se ve, no quieren que se vea, solo se verá cuando la conciencia cambie, reitero, nosotros pagamos sus sueldos, los que trabajamos. La institución está manchada.
¿Qué más puedo sugerir? Al ver gente haciendo cola sonriente, al ver gente peleando por una harina y cuando la gana sale sonriente, no queda más que pensar en las hienas, manadas carroñeras que esperan a que el león mate a la presa, almuerce y luego toma su parte muy feliz, pero siempre dependiente del león.
La gente como ciudadanos están así y la gente como gobernantes están igual pero en otro estatus, esperando a que otro león más grande mate la presa y coma, hasta dejar las sobras.
Es como una cadena alimenticia pero en cuestión moral, cada quien acondiciona su moral al estatus que le ha tocado vivir, si nuestra moral obedece a seguir siendo borregos pastando en el desierto será el lapso más oscuro que Venezuela ha tenido en su historia.