De película
Cuando entré a la matrix, en la puerta principal estaban dos hombres de negro, tuve que retar a Maverick en un juego de Jumanji, al vencerlo ingresé en el cuarto de un coleccionista de huesos que me dio el mapa de ciudad Gótica, capital de Metrópolis. Llegué a una parada de autobús donde Forrest Gump le contaba a una persona su vida, esperando el bus pasaron dos carros rápidos y furiosos mucho después de ellos Chips, patrulla motorizada.
Subí en un bus con máxima velocidad, bajé en un campo de sueños donde lanzarían el Apollo 13, antes del lanzamiento dieron exhibiciones los escuadrones de Top Gun, estando allí fui a comprar el billete de lotería cuando de pronto tuve un encuentro cercano del tercer tipo con el exterminador y Robocop, que intentaba impedir que siguiera detrás de Sarah Connor.
Al terminar el evento, escuché que había huido el último samurái de una demanda hecha por el último emperador, no muy lejos de allí pasaron 300 soldados encabezados por el gladiador, llevaban un mensaje en el código Da Vinci al Conde de Monte Cristo, según enviado por el naufrago que lo invitaba a una fiesta en la playa para festejar el silencio de los inocentes. Fui al centro de la ciudad donde vive el señor de los anillos vecino de Harry Potter nieto de la abuela virgen, me perdí en el laberinto del fauno entonces decidí pasar una noche en el museo.
La mano que mece la cuna hizo ruido toda la noche, no pegué un ojo y anduve sonámbulo con sueños de fuga andando por la milla verde, llegada la mañana un detective suelto en HollyWood me preguntó: ¿Dónde está el policía?, a lo que le respondí: en África mía; aunque estuvo siete años en el Tíbet y un año con su compañero perdidos en Tokyo. después de mi encuentro con el detective leí un titular que decía: El rey escorpión descubrió la momia que yacía en Atlantis, Indiana Jones ayudó en el estudio arqueológico, más abajo se anunciaba el hundimiento del Titanic.
Quizás me quede unos 28 días, 48 horas, 7 segundos o simplemente le dé la vuelta al mundo en 80 días, es como un cambio de hábito o un viaje al infinito y más allá, nos hace reír nos hace soñar, nos hace llorar y recordar que la vida es bella viendo en el horizonte lo que el viento se llevó el día después de mañana esperando mi destino final en el imperio del sol.