Bisiesto, Orgius Comunis
366/2008.
Muchos días, muchos años, solo me queda pensar y reflexionar en lo que todos anhelamos: la felicidad, la paz, el amor, la reconciliación. Llevar la palabra escrita de Dios, mostrar las bondades de la vida, estudiar la cultura de los que nos dan buenos ejemplos de vida.
Somos mayoría, somos la raza dominante en el mundo, debemos respeto al suelo que pisamos, debemos respeto al otro que miramos, debemos esa valentía de humanidad, ser un poco mejor, cada día proponernos ser alguien mejor sin coartar el pensamiento del que nos diferencia y hace vernos únicos en el mundo.
Aprovechemos las 24 horas acumuladas de estos cuatro últimos años y demos uso de estas para por lo menos fijarnos una meta para hacer el bien a quien lo necesita, porque cuando cumplamos esa meta, la mejor recompensa obtenida será el sentirse bien con uno mismo.
Yo me lo he propuesto, aseguro hacerlo así para sentir que puedo con mi pequeña cuota cambiar este mundo y hacerlo cada día más humano para las generaciones futuras.