El depósito de nuestras culpas
Muchas personas son el depósito de culpas de daños y perjuicios que otros han cometido, dichas personas depósito, sin darse cuenta se convierten en un almacén que poco a poco se va llenando de culpas y más culpas, pero cuando no cabe una más normalmente explotan en emociones.
Desviamos atenciones, desviamos necesidades, desviamos responsabilidades, desviamos una serie de cosas que no asumimos y no consideramos tener cierta responsabilidad en lo que sea que desviemos y generalmente depositamos esa carga de responsabilidad en otra persona, que al final termina siendo una culpa de errores sucesivos que probablemente no corregimos a tiempo, llegamos a ver nuestra falta de eso en el preciso instante en que nuestro depósito está completamente copado sin más respiro.
¿Solución? Me resulta reflexionar cada noche, me resulta perdonar, me resulta pedir perdón y pudieran existir muchas más soluciones; quizás ese es el valor de la esencia del ser humano, errar y corregir, errar y aprender de esos errores, errar y reconocerse imperfecto, depender del brazo amigo del que está a nuestro lado ofreciéndolo para disipar esas cargas y no crear un depósito de nuestras culpas en alguien más.